Perfectamente imperfecta.

jueves, 8 de diciembre de 2011

En plena crisis, soñar es casi lo único gratis...

'> Me tocaba ahora a mí el descanso. Acostada en la cama, miraba al techo. Me acariciaba los labios, y, como siempre solía hacer... Sonreía.
Los recuerdos de la noche anterior poblaban mi mente, y, de nuevo, sonreía, como siempre solía hacer.
Qué noche...
Me giré, puse mi cara aplastándola con la almohada, a ver si esa era la forma en la que mis labios no podían moverse para formar otra sonrisa. Pero... ¿a quién intentaba engañar?
Era la primera vez que te tenía tan cerca, que notaba tus labios tan cálidos, tan húmedos... Tan ricos, y ese aliento. Ay, qué aliento. En pleno invierno, con nieve, y con tanto frío, no se apetecía otra forma que calentar mis labios, que con tu aliento...
¿Sabes? Gracias; Ha sido la mejor noche... Lo mejor que me pasó.
Ha sido sin duda, el mejor sueño que haya podido tener. Gracias, a ti solamente, Imaginación.

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