Perfectamente imperfecta.

sábado, 21 de enero de 2012

'> -Me tengo que ir...
-¿Tienes?
-En realidad no, no tengo por qué irme.
-¿Y para qué lo haces?
-Para que me pidas que me quede-le dije.
-No voy a pedir algo que quiero que hagas.
-Indirectamente algo me has dicho.
-No seas rebuscada, no te he dicho que te quedes aunque sea lo que más deseo en éstos momentos, aunque quiera volver a besarte.
-Nada te impide hacerlo.
-Sí, te tienes que ir-me guiñaba el ojo, desafiándome, me dispuse a retroceder pasos hacia atrás para irme por donde había venido, buscando que me lo pida.
Así fue, me giré. Y di pasos hacia delante sin despedirme de él, que suponía que se quedó mirando hacia atrás. No pude evitar mirar atrás. Observé. Nada. No había nada ni nadie, él ya no estaba ahí. Tanto no me echaría de menos; Me entraron hasta ganas de llorar... Me dispuse a seguir mi camino. Giré mi cabeza, y ahí estaba el, entre risas, y buscando con sus ojos mi boca para besarla. Tesoro que encontró.
Image and video hosting by TinyPic
'> -No creo en los ''para siempre''-confesé.
-Yo tampoco. Yo creo en los ''hasta que sea, será''
-¿Cuánto tiempo quieres estar conmigo, amor?
-Siempre.
-Entonces... Una de dos: O te contradices, o me engañas.
-Ninguna de las dos. Yo creo en los hasta que sea será, pero... Contigo, será siempre.
Image and video hosting by TinyPic
'> -Mientes-me dijo.
-Mírame la nariz, no me ha crecido, eso es... que como Pinocho, no ha mentido. Y no soy una mentirosa.
-No, eres una infantil.
-Puede, pero me sirve para mantenerme estable siempre. Además, ¿eso es lo único que soy, estúpido? ¿Alguien infantil a la cual acusas de mentir?
-No, también teatrera.
-¿Me llamas hipócrita?
-Teatrera dije, no pongas en mi boca algo que yo no mencioné.
-Teatrera-repetí, refunfuñando entre dientes, con ganas de no hablar más con él en lo que quedaba de tarde-, ¿algo más?
-No te cabrees.
-Pues no me digas eso. Me dices mentirosa, y ahora hipoc... Teatrera. ¿Por qué? ¿Por qué me acusas sin razón?
-Mientes, y actúas.
-Eso, no lo arregles.
-Mientes cuando me dices que me quieres más que yo a ti, es imposible. Si a mi me parece imposible querer a alguien más que yo te quiero a ti, tú, no me superas, es imposible. Y, actúas, actúas ahora. Quizás estés algo cabreada, pero... Te haces la dolida, para que me acerque a ti y te bese.
Y no carecía de razón... Odio que me conozca tanto. Y el continuó:
-Pero por eso... Como sé que lo quieres, lo haré. Te besaré como a ti te gusta, los besos ''Porsi''.
Y obedeció a mis pensamientos y a sus palabras. Amo esos besos, lo amo a él, más o menos, pero amar era la palabra adecuada.
'>
La melodía de tu mirada bailaba con los acordes de mi alma, en armonía con las estrellas, tu brillo me habló de ellas. Una playa, una plaza, acarician mi recuerdo, tu sonrisa, tu respiración, es música. El Sol entristeció este destello; El anelo de la noche hizo llorar al cielo, lágrimas de fuego, que encienden el silencio del recuerdo.
Podrás vivir mi luna sin tu imperio. Deseo darte un beso, no puedo ofrecerte el universo... Tan solo regarlarte un corazón que late en verso. Un lápiz, ¿mi destino? ser tu dueño. Navegar por el inmenso mar, amarte en un barquillo echo de sueño; olas mecen nuestro barco de ilusiones, donde espuma y salen tona junto al viento; Sus canciones,
mientras la orilla del amor suspira echa de menos tu reflejo etéreo cuando caminas.

viernes, 20 de enero de 2012

'>
¿Cómo será la sensación de la victoria? Sí, la victoria. La victoria no de ganar un juego, cosa… Que pensándolo bien, la vida es un juego. Nunca dejará de serlo. La vida JUEGA con nosotros. A veces sonreímos. Lloramos. Nos enfadamos. Queremos desaparecer, y otras veces, estar siempre en esos momentos, con quien sea, o solas.
Pero yo, me refería a la victoria de un sueño. Tener el sueño de tu vida, y que se cumpla. Aunque si tú no pones de tu empeño, no se va a cumplir jamás. Si se hace realidad, es que TÚ lo has conseguido.
En ese momento, será cuando tú estarás sonriendo, victorioso. Un sueño. Dos. Tres. ¿Quién sabe?
La vida es un sueño. ¿Por qué no? Un sueño es algo que nos gustaría que pasara. Si la vida no existiera, los sueños tampoco. Al fin y al cabo, nosotros somos los que decidimos qué hacer, dónde, cuándo, cómo y con quién.
¿Sabes? Mi sueño, es vivir. Y si soy feliz, es gracias a que lo estoy haciendo, estoy viviendo, estoy jugando. He sonreído, llorado, gritado, enfadado, pegado… Si decir esto, es de ser soñadora e ilusa... Pues sí, lo soy. Soy la chica más soñadora e ilusa del mundo. Nada me lo impide, tampoco nadie. Creo que tengo derecho a vivir, a soñar y a ilusionarme. De hecho, la vida, me ha hecho tantas veces ilusionarme… Que a veces no son buenas éstas ilusiones, pero de todo se aprende. De cada  cosa que nos pase, al fin y al cabo, será por algo, digo yo. Cuántas veces me habré topado con el destino. El destino es listo, sabe por dónde salir. Lo que yo no sé hacer, lo hace el destino, y mi ángel de la guarda. Sí, creo en esas cosas. ¿Me crees cuando digo que soy una ilusa? Sé que el destino es el que nos va a deparar a dónde llegar, lo sé. Y sé, que mi ángel de la guarda me protege. Nunca ha dejado de hacerlo. Desde que él no está conmigo, por día, estoy más segura que cada vez lo siento más cerca, y que me protege por minuto que pasa. Mi ángel de la guarda, me cuida y me quiere, tanto como yo a él.
Él, es el que me guía, en mis años de vida, siempre me había guiado él, con consejos. Ahora, que no puede estar conmigo, me guía con señales. Lo sé. Y seguro que piensas que estoy loca, todos lo dicen, no me importa estarlo. Sé en lo que creo, y creo en mí. ¿Egocéntrica? Puede que sea algo, pero sé, que si no tengo a nadie a mi lado, desaparecía todo aquello que había construido.
Mira, la vida, otro juego: el tótem. Piezas rojas, azules… Tienen que encajar. Y si pensamos bien, todo lo que pasa, todo, exactamente todo, encaja con los por qué, los por qué no. Y si hay un por qué, arriesga y contesta: ¿y por qué no? Vacila un poco al destino. Que juegue conmigo, ya dejé las muñecas a un lado, me apetece… me apetece jugar a otro juego.
Jaque mate. Yeah. 
'> -Te dije que no pedía a un chico perfecto, Sam. 
-Pero... pero, ¿entonces qué pides?
-Te pido a ti, ¿tal difícil es para ti entender eso? 

jueves, 19 de enero de 2012

'> Acariciaba mis manos, y miraba mis heridas. De esas típicas, que son de guerra, de dolor.
-¿Qué haces? -le preguntaba yo, disimulando. Sabía perfectamente lo que hacía, pero yo quería saber qué iba a contestar.
-Mirar tus manos, ¿acaso no puedo? -decía él, sereno, pacífico, tranquilo... Precioso.
-Sí, claro que puedes, pero... No son lo más bonito de mí.
-¿Acaso hay algo tuyo que no lo sea?
-Ya te dije que mis manos-insistía yo, terca como una mula.
-Tus manos... Tus manos.
Suspiré. Y continuó él.
-¿Y por qué son feas? ¿Acaso la belleza solo es el significado de un físico? O sea, de algo externo, poner tus ojos en algo que sea solo atractivo por fuera, ¿apetecible tal vez?
-No creo que sean apetecibles las manos de la gente-contesté burlona mirando. Él, hizo una mueca de desagrado, así que... Intenté arreglar mis tonterías como pude-No dije que solo fuera el físico lo bonito de algo o alguien...
-Me gustan tus manos, también por su exterior, porque feas no son, de verdad. Y son suaves... Cuando mueras, las machacaré y me haré una sábana suave con ellas-se burlaba de mí, y le di un codazo. Él, haciendo de las suyas, ''lloraba'' de dolor- Me gustan tus manos, ¿y sabes por qué? -volvió a observarlas.
-No, no sé por qué, eso te estaba preguntando hasta hace un momento-contesté, algo borde quizás, típico en mí, él me miró y arqueó una ceja, y le hice un gesto como de disculpa.
-Me gustan tus manos porque sé que estarán ahí para agarrarme, para protegerme, para no dejarme caer, para hacerme sentir seguro. Y, porque... Son las manos que tocan cualquier parte de tu cuerpo, y que pertenecen a éste último, ¿por qué no me iba a gustar?
Y... Como solía hacer muchas veces, me hizo hacerme callar, pero él, continuó.
-Me gusta todo de ti, y creo que deberías saberlo ya.
-¿Todo? -pregunté sorprendida. A mí me gustaba todo de él, pero porque él era algo así como perfecto, pero yo... Yo tenía mil y un defectos, ¿por qué iba a ser yo perfecta?
-Menos tus borderías, he de decir.
Le iba a dar un codazo, pero fallé... Me cogió del brazo, se tiró él en el césped, y me hizo caer encima suya.
-Todo de ti... -dijo. Y me besó.
'>
Me miraba durante minutos... El, sentado, erguido (como siempre solía hacer, protegía siempre mucho a su espalda), yo, nerviosa... Sabe que odio que me miren a los ojos. Bueno, si es que a ponerme así se puede decir ''odiar''. Estaba claro que me encantaba que me mirara durante un largo tiempo... Pero siempre he pensado cosas como: ''¿qué estará mirando éste? ¿tendré algo en la cara?'', y como si de un tic se tratase, mis manos se depositaban en mi cara, palpando, buscando, colocándome bien lo que podía.
Él, como me conocía, sabía por qué siempre hacía eso, y siempre me recordaba ''no tienes nada en la cara, más que una belleza que no se puede medir''. Y entonces es cuando mi tez blanquecina, se enrojecía... Como si mezclaras pintura de niños pequeños de color blanco y una pizca de rojo. Y él, entonces, era cuando comenzaba a reírse, satisfecho, contento por hacerme sentir avergonzada.
Y es pues, cuando ''eres un estúpido'', le decía. Y él, experto en saber cómo quitarme los ''enfados actuados''-según decía él-, me pegaba a la pared, ponía sus manos en mi cuello, y, es cuando llegaba el momento de fundir unos labios, como si de chocolate tratara. Soy adicta al chocolate, pero sus labios... Sus labios me parecían más adictos que cualquier cosa... Si probara la droga, seguro que también sería más adicta a sus labios, que a tal basura.
-¿Y por qué me quieres?-le decía yo.
-¿Y por qué no?-contestaba él, sonriendo como él solo sabía hacer.

Cuando hablábamos para despedirnos...
-¿Y por qué te fijaste en mí?
-¿Y por qué no?

Y, ahora contestaré yo una vez así... El destino me preguntó, ¿por qué él y no otro? y yo le respondí, ¿y por qué no?

miércoles, 18 de enero de 2012

'> Volví a caer en la trampa. Mirarte a los ojos, y que mis ojos, como una televisión, rule imágenes que ponen unas letras en mayúscula: T E Q U I E R O.
Volví a caer en la trampa. Mirar tus labios, verlos carnosos, rojos pasión, bonitos, dulces y finos... Y, seguro que sabrosos. Y mirarlos, y querer pegar los míos con los suyos.
Volví a caer en la trampa. Mirar tus manos, y con miedo, agarrarme de las tuyas y sentirme protegida. Las mías, heladas como un iglú, podría habitar un oso polar ahí. Las tuyas, calientes como si de una estufa se tratara.
Volví a caer en la trampa. Mirar tu cuello, y querer poner tus manos ahí, y fundirlo en un cálido abrazo... O llenar su piel de besos transparentes. De besos que dicen la verdad, que no mienten.
Volví a caer en la trampa. Mirar cómo ríes, y... Sin darme cuenta, como una tonta, reírme yo, como si estuviera yo en esa conversación.
Volví a caer en la trampa. Mirar una y otra vez la hora, para saber a qué hora aproximadamente podría verte, o hablar, o... Escucharte, simplemente. O aunque solo me dejaran un segundo.
Volví a caer en la trampa. Mirar tus fotos, y... Sentir un nudo en mi cuerpo, y ponerme nerviosa; Y no poder evitar mirar a tus ojos.
Volví a caer en la trampa... Esa que yo juré que no volvería a vivir. Pero claro, necia de mí, no escuché cuando me dijeron... ''El hombre es el único que tropieza dos veces con la misma piedra'', pero ¡eh! llámame masoquista, pero... No me arrepiento de nada, quizás después sí, pero... Ahora, me encanta lo que observo, lo que miro, lo que deseo.

martes, 17 de enero de 2012

'> Preguntas, y más preguntas... La mayoría sin respuesta alguna.
Crece, todo crece.
Yo voy creciendo, hace 'poco' era una mocosa que solo quería estar en brazos de la gente, que me mimaran y me hicieran burlas con la lengua, o que me animaran a tocar las palmas. Ahora, soy una adolescente, que a veces le gusta estar sola, que no es cariñosa y que si me hacen burlas posiblemente me las tome a mal, o... O no, y si me tocan las palmas... Vale, sí, me animo igualmente.
Poco a poco cambiamos, yo cambio, tu cambias, él cambia, y así hasta conjugar todos los pronombres personales con sus correspondientes verbos.
Pero si algo sé, es que también cambian los sentimientos. Quizás hasta por segundo.
Cuando era pequeña... Oh, cuando era pequeña. Mi NORMA por excelencia, era amar a las Barbies por encima de todo, ahora... Ahora la Barbie soy yo, soy una muñeca, que como la toquen más de la cuenta, se rompe... Y una rotura, no es solo por fuera. Comienza desde un interior y se deja ver en el exterior.
Mi interior es pulcro, limpio, cuidado. Pero... Muchas roturas, están con una pequeña gasa que las protege, que las intenta tapar para que solo en su exterior, se vea... Y si se ve, que sea lo más mínimo, sin notar nada, sin profundizar.
¿Que por qué digo ésto? Porque al igual que yo he ido creciendo, lo que siento también. Hay días, que lo que crece es mi felicidad, mi sonrisa. Hay veces que mi sonrisa no puede ser más amplia porque me haría daño, hay veces, que se quedan unas pequeñas arrugas como las de las camisas en mi tez, en mis mejillas...
Hay otros días, que posiblemente, mi sonrisa sea lo más falso después de muchas personas, de muchas mentiras.
Hay días, que no puedo ocultar nada. Mi mirada descifra más que lo que mis propias palabras serían capaz de expresar. Y hay días, en los que siento que va creciendo todo poco a poco en mí. Creciendo un sentimiento que empieza por a, acaba en r, y entre esas dos letras se encuentra un significado que aparece en la RAE: ''Persona que tiene la propiedad de una cosa''. 
Cuando de pequeña, solo quería que mis muñecas se besaran con mis Ken, ahora... Ahora me siento una muñeca, una muñeca que quiere besar a su Ken. Y como es de observar entre todos los días para mí según cómo esté, hoy es mi día infantil. 
Hoy es el día en el que me podría acostar en la cama y pasarme las dos próximas horas pensando en ese Ken. 
Lo único no tan infantil, es que sé, que ese Ken es real, y que yo, también lo soy, y por tanto mis sentimientos también...
Soy tan infantil, que por imaginar... solo imagino una casa, un tejado, tú, y yo y vestidos asombrosos, y todo... De plástico.